De nada nos sirve el mejor ordenador, el más completo programa de edición, el material de mejor calidad y un buen ojo si no tenemos una idea clara de lo que deseamos crear. Lo primordial a la hora de empezar en una edición es tener en claro qué es lo que queremos lograr. Visualizar el producto final y trazar las líneas de lo que necesitamos para lograrlo. Con todo el material digitalizado, necesitamos ver todos los vídeos, conocer cada escena y organizar las imágenes en nuestra cabeza (o en un papel) antes de ponerlos en la línea de tiempo del editor.Esto nos garantizara que el video sea de alta calidad y para nuestro interes.
Herramientas:
1.- Material y formato:
En primer lugar, necesitamos homogeneizar los formatos.Lo ideal es que el material esté sin comprimir o tenga la menor compresión posible. Con todos los vídeos en el mismo formato y tamaño llega el momento de la organización.Es mejor separar el material por escenas, planos y tomas (o por tipo de escenas/acciones si utilizamos material ya trabajado) en carpetas.
2.- Sonido:
El sonido es esencial en cualquier vídeo. La mayoría de las veces nos pasa desapercibido, pero sin él las secuencias no tendrían vida alguna. Si queremos editar un videoclip, tenemos que encontrar una canción que vaya bien con la imagen. La música tiene que hablar de la escena y la escena de la música. Si queremos editar un corto, publicidad o película, tenemos que considerar el mundo que nos rodea. Cualquier evento sonoro común en pantalla, sin su ruido correspondiente se vuelve irreal, y por tanto saca de contexto y pierde la atención del espectador.
3.- Continuidad:
Un buen vídeo tiene que mantener nuestra atención en la pantalla, y esa atención se mantiene (más allá de lo interesante del contenido) si las imágenes imitan la continuidad de la realidad. Aunque no estemos pensando en “lo que debe ser” cuando miramos un vídeo, nuestra mente nos alerta de inmediato cuando algo no se corresponde con su conocimiento y costumbre. La continuidad puede estar tanto en la temática como en los movimientos, y sólo tenemos que mirar nuestro vídeo como espectador para notar cuando un corte se vuelve demasiado abrupto. Si nos falta material para unir escenas, puede utilizarse el recurso de los fundidos (fundidos entre fotogramas para las mismas escenas o fundidos a negro para cambiar de tema o demostrar el paso del tiempo).
4.- Salida:
Finalmente, después del largo y cansador trabajo, tenemos que seguir cuidando la calidad y los formatos. Primeramente revizar todo el material y asegurarnos que todas las transiciones responden como lo deseamos y luego elegir un buen formato de salida.